A partir de los años 20 se introdujeron en las explotaciones telegráficas los teleimpresores o teletipos, aparatos arrítmicos de impresión alfanumérica, que disponían de un teclado mecanógrafo convencional que permitía transmitir los telegramas sin una codificación por el operador ni un sincronismo entre transmisor y receptor ni un ajuste mecánico laborioso. Utilizaban el código CCITT nº2, usados ampliamente en las comunicaciones telegráficas nacionales e internacionales, tanto sobre conductores físicos como sobre sistemas de canales de telegrafía armónica. En los años 1980 se fue introduciendo la impresión en la página y los teleimpresores electrónicos, con pocos elementos mecánicos y mantenimiento más sencillo.